Comparto con ustedes mi experiencia personal:
Desde pequeña experimento una intensa vida interior, esto ha permitido que cuando duermo el periodo de ensueños -o sueños, sea bastante extenso y permanezca en mi memoria reciente por más tiempo.
La explicación sobre los sueños o porqué soñamos presenta diferentes planteamientos, según sea el área de conocimiento humano que corresponda.
Por ejemplo, desde los tratados convencionales y reconocidos oficialmente, se dice: un sueño, es la actividad mental que se caracteriza por una imaginación sensomotora vívida, que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de las personas y de las acciones. J.A. Hobson 2000
En mi caso y desde una perspectiva vivencial, podría clasificar mis sueños en cuatro tipos:
Muchas veces he logrado percibir sueños premonitorios y precognitorios, que la mayoría de veces resultan coincidentes con una realidad futura cercana; en otros, actúa como un lenitivo, o proyección de mi subconsciente, de ello depende el estado de ánimo en el que me encuentre, o los sentimientos que embarguen mi corazón; en el tercer orden, considero los contactos a nivel espiritual, estoy segura que he logrado comunicación con los seres queridos que ya partieron, pero que permanecerán a mi lado por siempre; finalmente, logro experimentar sueños reparadores o sanadores, se refiere a aquellos sueños que son capaces de dar salida a situaciones difíciles en mi vida cotidiana. Es así como he logrado concebir soluciones e ideas innovadoras para reparar o mejorar diferentes aspectos de mi existencia.
Es más, diría yo que la mayoría de soluciones que he logrado a situaciones claves en mi vida, se ha dado a partir de una revelación a través de un sueño sanador.
Es cierto además que cualquiera fuere nuestro deseo por alcanzar algún objetivo, depende en gran parte de la fe y confianza que imprimamos a todo lo que hagamos por conseguirlo. Nada nos es dado si no lo merecemos.
Estos sueños a su vez, pueden ser lúcidos, en los que sales del formato inconsciente y te descubres soñando. Te percatas que existen ciertas diferencias, imposibles de darse en el mundo considerado "real" para nosotros. Te tocas, puedes ver tu cuerpo, sentir, oler, respirar. Lo que no sientes es dolor corporal o frío, nada que resulte desagradable a los cinco sentidfos, y puedes ser y hacer lo que desees.
A mí particularmente, lo que más me gusta es volar. Apenas me percato que estoy en un sueño lúcido, lo primero que hago es "blanquear" mis pensamientos y emociones, siento una paz increíble y me empiezo a elevar, hasta volar, salir por la ventana, y surcar lugares increíbles, es maravilloso. Recuerdo que muchas veces tengo superpoderes, libro batallas contra entidades que se encuentran en baja vibración. Jamás siento miedo y siempre resulto triunfadora. También pude vencer mi fobia a la oscuridad y a los fantasmas. Actualmente, en el mundo de tercera dimensión, puedo atravesar cualquier lugar en medio de la oscuridad y me sé protegida.
Tema aparte, es un viaje astral, no pertenece al mundo onírico, es una experiencia extracorpórea, que se realiza en estado alfa, de forma consciente. Es un desdoblamiento, te separas de tu cuerpo y te encuentras en estado de consciencia pura, eres uno con el universo. Te trasladas al lugar que desees, cerca, lejos, en este planeta, en esta ú otra galaxia o dimensión.
Marinés Medina Hernández-Biodescodificadora
Les comparto un poema de mi autoría, sobre los cuatro tipos de sueño.
Cada estrofa es la representación de éstos:
- Premonitorios y precognitorios.
- Proyecciones del subconsciente.
- Experiencias con espíritus.
- Sanadores o reparadores.
Hacia el Umbral de los sueños
Pleniluo grandioso en reminiscencia,
centinela del futuro complacido,
de nutridas vidas y jornadas.
Revelación admirable.
Alegoría de mil voces y vivencias,
bitácora plena de mis sentidos,
candor de noches pasadas.
Fragor interminable.
Convergencia vital en audiencia,
encuentro con el bien querido,
y mis estrellas adoradas.
Gozo incomparable.
Luceros análogos en confluencia,
reparan temores contenidos,
aclaran sombras aciagas.
Sabiduría inagotable.
Marinés Medina Hernández
Diciembre, 2013
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