DILUYENDO LA CULPA.
El sentimiento de culpa se instaura desde nuestra infancia cuando contravenimos algo impuesto por nuestros padres.A lo largo de la vida nos sentiremos culpables cada vez que sintamos que no cubrimos la expectativa de alguien o no nos sintamos lo suficientemente 'buenos' ante la sociedad o un grupo social.La culpa es una creación del sistema para mantener el orden establecido socialmente. La culpa es una argucia del Ego para distraernos de la verdadera causa, para no llegar a la raíz de nuestro dolor. 
Como toda experiencia disfórica, cuando sentimos culpa estamos viviendo en el pasado, re-sintiendo (volviendo a sentir) el hecho traumático primigenio que codificó la emoción negativa, desagradable, ajena a nuestro ser, que está impidiendo que conectemos con el amor a nosotros mismos.
El sentimiento de culpa es tan dañino que nos obliga al autocastigo, creer que necesitamos sufrir, pagar por nuestros pecados y faltas, optamos por el sufrimiento y sentimos que no merecemos ser felices.
Cómo diluir la culpa.La culpa se logra diluir, eliminar para siempre de mi vida cuando entiendo que, no somos ni malos, ni buenos. Todos actuamos de acuerdo a nuestro nivel de consciencia. Todos hemos venido a aprender. Si contravenimos reglas era parte de nuestro aprendizaje.
Ejercitación:
Encuentra un lugar cómodo y entra en consciencia.Recuerda una situación en la que sientas culpa. Créala en tu mente como si ocurriera en este momento ¿Con quién estás? ¿Qué es lo que te prohibieron?¿Cómo te sientes?¿Qué ocurre en tu cuerpo?Piensa en la persona a la que menos quisieras contarle sobre esta culpa. La persona que se desilusionaría o enojaría si se lo contaras.Visualiza a esa persona frente a ti, describe su rostro, qué expresión tiene, lo que lleva puesto, lo que te transmite su mirada.Imagina que le confiesas lo que hiciste, cuéntale que hasta hoy sientes culpa por ello. Díselo en voz alta. Ella sabrá comprenderte. Te dejará hablar libremente. Sabe que hemos venido a sanar. Hazlo. Tú puedes. Cuando termines, tomas inmediatamente el lugar de esa persona y le contestas desde el amor con el conocimiento que tienes ahora. Puedes extender el diálogo hasta donde lo estimes conveniente y luego te despides con inmenso amor y gratitud. Marinés Medina Hernández
Terapeuta Transpersonal
en Descodificación Biológica
y Coach Bioemocional
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